Desde el Jardín

La Naturaleza nos enseña, a través de sus mensajes secretos y sutiles, de sus arranques de caos, que todo renace y se transforma, y nos muestra dónde está la verdadera abundancia, la belleza y el amor incondicional.

Nuestro jardín depende, entre otros yuyos, de las conexiones maravillosas entre todos los seres, tanto orgánicos como inorgánicos. Al percibirlas advertimos senderos entre mundos y cómo los podemos conservar, asegurando un ambiente equilibrado y armonioso.

De esto trata el paisajismo integrado que realizamos en El Portal: el cuidado de estos lazos, tan frágiles y tan resistentes como lo son las telas de araña, buscando siempre el equilibrio cambiante, como péndulo, danza o armonía musical, que bien coordinada y afinada al oído de nuestros mejores instintos nos brinda su salud en forma de alimento y belleza.

He recorrido varios caminos, investigando la forma más eficiente, cómoda y amorosa de entender y trabajar. De todas he cosechado alguna semilla, que hoy comparto con ustedes y que intentamos integrar conceptualmente en nuestro trabajo diario.

Es bien interesante conocer los métodos biodinámicos creados por Rudolf Steiner en 1922, en donde se estudia la importancia alquímica de la preparación del compost y del suelo. Utiliza los antiguos herbarios estudiados por su gran amigo científico y poeta Johann Wolfgang von Goethe, y agrega enzimas y hormonas al compost a través de plantas específicas, generadoras de calor y transformadoras, aceleradoras del proceso en nuestro beneficio.

Algunas de estas plantas son la manzanilla, la milenrama, la ortiga, la valeriana y el diente de león, entre otras, de acuerdo a un minucioso estudio astronómico de los planetas y su influencia sobre la Tierra.

El gran Fukuoka, un placer de leer, ha sido un hito revolucionario para médicos y agricultores, descubriendo que sus plantaciones de arroz eran más saludables y productivas si nacían silvestres y sin agregarles químicos ni plantadas como monocultivo. Gracias a él aprendí algo tan simple como que al plantar una planta siempre conviene llenar el pozo de agua y luego colocar el terrón de la planta, entre otras cosas.

La permacultura, creada por el australiano revolucionario Bill Mollison allá por los años 60, abre otra perspectiva del mundo, de lo simple, lo práctico y lo profundo, con el fin de ser autosustentable cuidando al planeta y a la comunidad a través de la práctica de la observación consciente de la Naturaleza. La Tierra ya no es un recurso a usar, sino un patrimonio a conservar. Ahora el huerto no es un elemento aislado en mi terreno, sino que forma parte de un diseño más grande y que está directamente relacionado con la cocina.

Por lo tanto, su ubicación requiere de una observación de todo el terreno: dónde corre el sol, los vientos, las sombras, dónde golpean las heladas. Los tres puntos de la ética y los doce principios nos brindan un sentido más conectado al jardín, a los sistemas biológicos y a la vida.

En la medida en que podamos ir afinando también nuestros instrumentos internos, de intuición y de percepción, nos vamos enlazando con todas estas redes sutiles y con el Tiempo. El tiempo estacional y el interno.

Esto, a su vez, nos eleva la sensación de armonía, ya que también nos damos cuenta de que estamos conectados con el Todo, que somos parte de una red universal.

Continuaremos acompañando las estaciones, construyendo senderos conectores entre las construcciones del Portal; invitandolos a la inspiracion.